Todo el mundo habla sobre dinero en estos días: las
viviendas se están desvalorizando; más familias se están enfrentando a la
ejecución de sus hipotecas; el precio del gas, de la energía y la cuenta del
supermercado están subiendo; y la incertidumbre sobre cuándo mejorarán las
cosas hace que todos se ajusten los cinturones.
Pero, ¿cómo hacen los padres para explicar todo esto a
sus hijos de escuela secundaria y pendientes de la moda? ¿Y qué hay de los
adolescentes con sus sueños de asistir a una universidad fuera del estado o de
tener un automóvil nuevo?
Qué se debe decir
Sea honesto con sus hijos, pero no les diga más de lo
que necesitan saber. Evite sobrecargar a los niños mayores con demasiados
detalles o preocupaciones que podrían asustarlos. Bríndeles explicaciones
breves y sea claro con respecto a los cambios que sufrió el presupuesto
familiar.
Incluso los niños más pequeños tienen conciencia de
marca y consumo en estos días, por lo que no espere que voluntariamente bajen
el nivel de sus gustos o actividades de inmediato. Pero si desea fomentar una
conducta presupuestaria, ofrezca incentivos a los niños para que puedan
participar.
Si tiene claro lo que quiere decir, los cambios que se
realizarán y cómo estos cambios afectarán a los niños, esta tarea le resultará
más sencilla.
Cómo hablar con los niños más pequeños
Nancy tiene 6 años. Su mejor amiga acaba de recibir
una muñeca nueva para su cumpleaños (de las costosas, que usted sabe que ya no
puede pagar). Ali comienza a quejarse diciendo, "nunca tengo lo que
quiero. No es justo..."
Es muy difícil conservar la calma cuando trabaja con
empeño para mantener la familia a flote, o cuando está estresado porque el
banco amenaza con ejecutar la hipoteca. Respire profundo y permanezca calmado.
Si es necesario, diga a su hija que hablarán de ese tema más tarde y asegúrese
de generar un momento para hacerlo.
Recuerde que no hay NADA de malo en negar peticiones y
poner límites. Usted no está privando a sus hijos de nada, sólo les está
enseñando una lección importante sobre la economía familiar, aprender a
retrasar la recompensa y ganarse un premio o lo que desean. Después de todo, la
comida y el alquiler están antes que los juguetes.
Cuando esté listo, diga a su hijo que usted no puede
comprar juguetes nuevos en este momento, pero que quizás los juguetes se pueden
colocar en una lista de deseos para el próximo cumpleaños, la próxima Navidad,
Jánuka o cualquier otra ocasión donde se entreguen regalos.
Si está dentro de sus posibilidades, ofrézcale una
pequeña recompensa a cambio de que se porte bien o que mantenga el cuarto
ordenado. Los premios a corto plazo, como figuras adhesivas u obsequios
simbólicos, permiten mantener motivados a los niños más pequeños. Los
incentivos financieros ayudan a que los niños mayores ganen dinero para sus
objetivos y, a la vez, les enseñan valiosas lecciones sobre el ahorro.
Cómo hablar con los preadolescentes
Manuel, de 11 años, irá a otra fiesta de cumpleaños.
Es una fiesta de pijamas y le ha dado una lista además de pedirle un regalo de
cumpleaños para el amigo, un pijama nuevo y una bolsa de dormir nueva. Insiste
en que todas sus amigos se reirán de él si vuelve a llevar la vieja bolsa de
dormir...está tan pasada de moda. Su hermano, Jorge, quiere una patineta nueva
y unas modernas zapatillas. ¿Cómo les dice, sin asustarlos, que la familia no
puede comprar todas estas cosas nuevas?
Es posible que a los niños de esta edad no les interese
la economía mundial o por qué hay escasez de dinero, pero se les puede decir
que hay una cantidad de dinero limitada en el presupuesto de la familia. No
claudique ante cada uno de sus caprichos; en su lugar, aliente a los niños a
que planifiquen las compras nuevas con anticipación. Los preadolescentes tienen
suficiente edad como para ahorrar dinero de una mesada semanal o para ganarlo
realizando tareas del hogar, rastrillando hojas o paseando perros.
Cuando hable con sus hijos, hágales saber que no solo
ellos desean cosas. Dígales cómo se siente cuando ve algo que desea, pero que
no puede comprar por el momento. Explíqueles que todos los miembros de la
familia deben reducir los gastos, incluso usted, y recuérdeles que, si están
motivados, existen maneras de ganar dinero y trabajar para conseguir aquello
que realmente desean.
Cómo hablar con los adolescentes
David, de 16 años, necesita un auto para ir a la
escuela. ¿Realmente lo necesita? Es posible que ponga los ojos en blanco cuando
le diga que usted caminaba o tomaba un autobús para ir a la escuela, pero
proponerle que encuentre una manera más ecológica y rentable de trasladarse
puede despertar su interés por llevar un estilo de vida más ecológico.
Asimismo, sugerirle que ahorre para ese artículo tan costoso, y que logre
reunir el dinero para su objetivo, le permitirá sentirse más capacitado a
medida que se vuelve adulto.
A través de trabajos de medio tiempo o del cuidado de
niños, los adolescentes pueden ganar dinero fuera del hogar y cubrir muchos de
sus gastos.
Cómo implementar las reglas
Las reuniones familiares son una excelente manera de
establecer estas nuevas reglas, aun cuando se trate de reglas temporales hasta
que las finanzas de la familia mejoren.
Explique las nuevas reglas y las nuevas oportunidades
para ganarse privilegios y regalos. Hágalo divertido: proponga a los niños que
inventen actividades rentables para toda la familia y que todos puedan
disfrutar.
Una vez que haya tenido "la conversación"
con sus hijos, mantenga visible (puede ser en la puerta del refrigerador) una
lista con las nuevas reglas del hogar, de modo que todos sepan lo que se espera
de cada uno.
Qué más se puede hacer
·
Controle los niveles de estrés. Busque apoyo: su familia no es la única que
está atravesando momentos difíciles. Intente unirse a un grupo de apoyo o a
otra red social dentro de su zona. Los grupos de apoyo se ofrecen a través de
escuelas, bibliotecas, sinagogas, iglesias y hospitales locales. Si comienza a
sentir los efectos negativos del estrés o la ansiedad, consulte con su médico,
quien puede comunicarlo con algún consejero o sugerirle estrategias
terapéuticas, como técnicas de relajación, ejercicio o yoga, que podrían
ayudarle a sentirse mejor y aprender a controlar el estrés.
·
Aprenda a decir que no. A veces, los padres dicen que sí a los
hijos antes de pensar cómo harán para afrontar un nuevo gasto. Aun cuando haya
dado su aprobación, puede explicar que cometió un error y que, a fin de ser una
familia responsable en materia financiera, todos deberán renunciar a ciertos
gustos por un tiempo.
·
Intente realizar actividades divertidas y
económicas.
Proponga a su familia crear recuerdos sin ir a un centro comercial o a una
tienda. Algunas ideas podrían ser salir a pasear en bicicleta todos juntos, ir
al parque, visitar ventas de garaje, tener noches de películas gratis, asistir
a conciertos, eventos de la biblioteca, museos y a otros eventos deportivos,
culturales o artísticos locales.
·
Procure que los niños se involucren. ¿Tienen los niños una mesada que puedan
ahorrar? ¿Pueden ganar dinero o puntos para artículos de regreso a clases? Los
niños mayores podrían ayudar a pagar la universidad ahorrando dinero o
solicitando becas o préstamos.
Alentar a los niños a encontrar maneras creativas de
ahorrar o de ganar dinero no solo les permite sentirse capacitados sino que
también les hace sentir que están poniendo de su parte para ayudar.
Como todos los temas que tienen que ver con los miembros de nuestra familia; no es facil de poner en el "tapete". Este aspecto economico ha sido por anos un conflicto diario. Lo primero, definitivmente es concientizar a los hijos tal como usted sugiere.
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