El embarazo durante la adolescencia,
representa una crisis para la niña y para su familia.
Las reacciones más comunes incluyen la ira,
la culpabilidad y el negarse a admitir el problema. Si el padre es joven
también y se involucra, es posible que las mismas reacciones ocurran con su
familia.
Las adolescentes que están embarazadas
pueden privarse de asistencia médica durante su embarazo, lo que resulta en un riesgo mayor de tener complicaciones médicas. Estas adolescentes embarazadas necesitan
comprensión especial, atención médica e instrucción-especialmente acerca de la
nutrición, las infecciones, el abuso de substancias y las complicaciones del
embarazo. También necesitan aprender que fumar, tomar bebidas alcohólicas y
usar drogas puede hacerle daño al feto que se está desarrollando. Todas las adolescentes
embarazadas deben de recibir atención médica durante la primera etapa del
embarazo.
Las adolescentes embarazadas pueden tener diferentes tipos de reacciones emocionales:
·
algunas no quieren tener el bebé
·
lo pueden querer tener por razones
idealizadas y poco realistas
·
otras adolescentes pueden ver la
creación de otra vida como un logro extraordinario, pero sin darse cuenta de
las responsabilidades que esto conlleva
·
algunas pueden querer quedarse con
el bebé para complacer a otro miembro de la familia
·
algunas pueden querer al bebé por
tener alguien a quien amar, pero no se dan cuenta de la cantidad de atención
que requiere la criatura
·
la depresión es muy común entre las
adolescentes embarazadas
·
muchas no pueden anticipar que ese
bebé tan adorable puede hacer demandas constantes o ser muy irritante
·
algunas se sienten abrumadas por la
culpabilidad, la ansiedad y el miedo al futuro.
Los bebés nacidos de adolescentes corren el riesgo de ser abandonados y abusados porque las madres
jóvenes no saben cómo criarlos y están muy frustradas por las demandas
constantes del cuidado de los pequeños.
Algunas adolescentes tienen que dejar de ir
a la escuela para tener al bebé y luego no regresan. Así, la adolescente
embarazada pierde la oportunidad de aprender las destrezas necesarias para
obtener empleo y para sobrevivir en el mundo de los adultos.
Las clases en la escuela acerca de la vida en familia
y la educación sexual, así como las clínicas que ofrecen información a los
jóvenes acerca de la reproducción y el control de la natalidad, pueden también
ayudar a prevenir el embarazo no deseado.
Si la adolescente queda embarazada, es imperativo que
tanto ella como su familia reciban consejería sincera y sensitiva acerca de las
opciones disponibles, desde el aborto hasta dar en adopción al bebé. Deben existir sistemas de apoyo especiales,
incluyendo consultas a un siquiatra de niños y adolescentes cuando sea
necesario, que ayuden a la joven durante el embarazo, en el momento de dar a
luz y en el de tomar la decisión de quedarse con el bebé o darlo en adopción.
Puede haber momentos en los que las reacciones emocionales y el estado mental
de la adolescente embarazada requieran que se le refiera a un profesional de la
salud cualificado.
Conclusión: Lo más importante es, que los
padres de adolescentes pueden prevenir los embarazos de sus hijas
mediante una comunicación abierta y si les dan consejos acerca de la
sexualidad, anticoncepción y de los riesgos y las responsabilidades que conllevan
las relaciones sexuales y el embarazo.
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