Antes, durante y después de llevar a cabo la mudanza:
- Es muy importante tener en cuenta la personalidad de cada uno. Si el niño es más abierto y extrovertido, le costará menos conocer gente nueva; sin embargo un niño más sensible e introvertido necesitará más atenciones. Habla con él de todo lo que le preocupa, que te explique sus miedos, sus incertidumbres… Intenta resolver todas sus dudas.
- Debes explicarles claramente la razón por la cual se está tomando esa decisión, e incluso se le debe dentro de lo posible y con las limitaciones de la edad, permitirles que participen en la toma de esa decisión .Sea cual sea el motivo, cuéntaselo; si creen que es una decisión arbitraria, la aceptarán peor. Deben entender que es algo necesario. Cuéntale los motivos que los han llevado a tomar esta decisión de manera que él lo pueda entender y se sienta partícipe: Ejem: “Ya sabes que mamá y papá llevan unos meses sin trabajar, y por lo tanto no ganan dinero suficiente para poder darte todo lo que quieres. Si nos mudamos, podremos volver a irnos de vacaciones, celebrar tu cumpleaños, etc.”.Otra razón puede ser: “Ya sabes que siempre estamos con mucho miedo para salir, donde nos vamos, estaremos más seguros todos y uds (especialmente los adolescentes) tendrán mas libertad e independencia” Pero no le asustes, no hay que ser alarmistas con los niños.
-Mantén una actitud positiva y alegre ante el cambio. Aunque nosotros estaremos muy asustados y angustiados, debemos evitar a toda costa transmitir esos sentimientos. A los niños les afecta enormemente el estado de ánimo de sus padres en los momentos de cambio y transición, y necesitan que les transmitan un mensaje de seguridad y confianza.
- Si en el lugar donde vamos a mudarnos se habla un idioma totalmente diferente al materno y el niño no lo conoce, hay que llevarlo a clases antes de la mudanza para que, al menos, conozca las frases más importantes. Una opción para facilitarle el cambio es elegir un colegio donde se les de apoyo en español, para que así pueda seguir estudiando en su idioma y no pierda el curso mientras va aprendiendo el autóctono.
-Si es posible, llévenlos a conocer el lugar donde vivirán, háganle ver todas las cosas buenas que haya: parques, el nuevo colegio, lugares para divertirse, quizás una casa más grande, un barrio más seguro… en fin todo lo que implique mejor calidad de vida para los miembros de la familia. Si no es posible llevarlos antes: Enséñale en un mapa el lugar exacto. Háblenles de ese país, si está muy lejos de su casa actual, cuánto se tarda en llegar (para no atemorizarle, dile lo que se tarda en avión, siempre será menos que en automóvil y así no se asustará tanto por las distancias). Cuanta más información le des sobre el país nuevo, más preparado se sentirá: qué idioma se habla, costumbres, lugares bonitos e interesantes que podréis conocer y visitar, la comida tradicional…
-- A los pequeños, es útil contarles cuentos de familias que se trasladan a otro lugar y son muy felices en su nuevo hogar. Tal y como si fuera una aventura divertida y excitante. Intenta que no se pierda ningún juguete en el camino para que al llegar a la nueva casa, tengan sus posesiones más preciadas.
-Pídales que ayuden con el equipaje. Aunque las mudanzas siempre son un buen momento para deshacerse de todo aquello que ya no se usa, hay que estar seguro de que entre los objetos desechados no se encuentran sus juguetes o libros favoritos.
- Déjale que participe en la toma de decisiones: la nueva casa, su colegio… Así sentirá que tiene voz y voto en la familia, en vez de vivir el traslado como algo impuesto. Permite que sean ellos quienes ayuden elegir los nuevos muebles, los cuadros, las cortinas, especialmente de su cuarto y aéreas para estudiar, pero también es bueno escucharlos a la hora de seleccionar muebles y demás para toda la casa…siendo finalmente los padres quienes tomaran las decisiones más convenientes
-- Uno días antes de la partida, prepara una fiesta de despedida con todos sus amigos cercanos y parientes más queridos, así tendrá la oportunidad de decir adiós en un ambiente festivo y alegre. Eso sí, no permitas que se convierta en un festival de lágrimas: organiza juegos, en todo momento se hablara de lo pronto que se volverán a ver, haz que se intercambien direcciones de correo o teléfonos para que sigan en contacto…
- Invítalos a que hagan un álbum especial para ese momento de sus vidas, con fotografías y recortes de personas y lugares queridos. Así podrán mirarlos en los momentos de nostalgia y perderán el miedo al olvido.
-Prepáralos para el inicio del colegio, acompáñalos en los primeros días, dales tu apoyo, háblales de que entiendes sus temores y que estos pasaran. Ayúdalo a hacer amigos lo antes posible: inviten a sus compañeros del colegio a casa, procuren conocer y tener buena relación con los nuevos vecinos… Es una buena idea preparar una fiesta de bienvenida.
Finalmente, los niños, generalmente, se acoplan muy rápido. Unos lo hacen más rápido que otros, pero la realidad es que ellos se adaptaran antes y mejor que nosotros mismos. Pero, si tras un periodo prudencial después del cambio, tu niño sigue triste y preocupado y no se adapta, no dejes de considerar que a veces es necesario buscar ayuda profesional.
Juana Frontera
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